Estrategias recomendadas para afrontar la ansiedad
- irisrubiopsicologa
- 30 mar
- 2 Min. de lectura
Lo primero, y más importante, es buscar apoyo profesional cuando notes que alguna área de tu vida se ha visto afectada. Si percibes que tu salud física, emocional o mental ha cambiado y sientes malestar constante, es momento de acudir con un especialista en salud mental.
Además del acompañamiento terapéutico, hay algunas recomendaciones que comparto con mis pacientes y que pueden ayudarte a sentirte mejor en el día a día:
Cuida lo que consumes. Reduce al mínimo el consumo de bebidas estimulantes como café, bebidas energéticas, té con teína o productos con taurina. Estas sustancias pueden aumentar la activación física y emocional, intensificando los síntomas de la ansiedad.
Evita el consumo de sustancias que alteren el estado de ánimo. Alcohol, drogas o cualquier sustancia estupefaciente pueden agravar los síntomas y dificultar la regulación emocional.
Aliméntate de forma balanceada. El 90% de la serotonina —neurotransmisor relacionado con el bienestar, el ánimo y otras funciones clave— se produce en el intestino. Por eso, una buena alimentación influye directamente en cómo te sientes.
Haz ejercicio, aunque sea moderado. Mover tu cuerpo con regularidad ayuda a reducir el nivel de ansiedad y mejora tu estado de ánimo.
Busca momentos fuera de la rutina. Salir a la naturaleza, cambiar de ambiente o simplemente hacer una pausa consciente puede tener un impacto positivo en tu salud mental.
Mantén el contacto social. La ansiedad puede llevar al aislamiento, pero contar con una red de apoyo y mantener vínculos significativos puede ayudarte a sentirte acompañado/a. Rodéate de personas que te aporten calma, seguridad y bienestar.
Practica respiración consciente, meditación o Mindfulness. Estas técnicas ayudan a entrenar la atención en el presente y reducir los pensamientos intrusivos. Puedes apoyarte en podcasts o meditaciones guiadas.
Registra tus pensamientos. Llevar un diario de pensamientos te ayuda a observar lo que pasa por tu mente, cuestionarlo y reformularlo. En terapia cognitivo-conductual esto es clave: los pensamientos no siempre reflejan la realidad, y aprender a identificarlos puede marcar la diferencia.
Realiza actividades que disfrutes. Retomar hobbies, reconectar con lo que te gusta o darte pequeños espacios de placer y descanso, también es parte del proceso de sanar.
Espero que estas recomendaciones te sirvan como guía inicial. Son pasos simples, pero fundamentales para cuidar tu salud mental y comenzar a trabajar con la ansiedad.
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